Hay varias interpretaciones sobre el primer punto continental de Centroamérica que pisó Colom (Colon) en la actual Honduras. Dicen que fué aquí en Punta Caixines, nombre que perdura de ese cuarto y último viaje  a América. El nombre puesto al enclave, supustamente por el navegante, connota cierta catalanidad, que algunos historiadores afirman como verdadera nacionalidad de Colom (Catalano-Balear). Probablemente la expedición pasó por este tórrido lugar antes de adentrarse en la Bahía de Trujillo. Era en 1502.

En la actualidad, en el gran brazo de tierra que termina en Punta Caixinas, encontramos una base de la marina hondureña, una puerto bananero (ambas instalaciones de acceso vedado) y la población de Puerto Castilla. La interminable costa norte de esta faja de tierra es una playa sin fin, castigada por el viento y el oleaje. La costa sur de cara a la Bahía de Trujillo, es un lugar de aguas tranquilas, resguardada del viento. Desde esta costa sur, divisamos claramente la ciudad de Trujillo y la imponente cadena de montañas, con cimas en algunos casos de más de mil metros de altitud, como las que comprenden el Parque Nacional Capiro-Calentura; todo ello al otro lado de la Bahía.

Puerto Castilla es una población donde se combinan las antiguas casas de madera, con las nuevas hechas de ladrillo. Fundamentalmente esta habitada por una población negra y mestiza. Puerto Castilla es un lugar tranquilo, y muy caluroso, que no recibe demasiadas visitas de extranjeros, entre otras cosas porque apenas unos pocos viejos buses, comunican esta población con Trujillo durante el día. Para llegar hasta Puerto Castilla hay que tener paciencia, llegar hasta el solar donde estacionan los buses, subir, y esperar a que vaya llenandose y llegue la hora de partir.

El trayecto de Trujillo a Puerto Castilla pasa cerca de la laguna de Guaymoreto, el bus cruza el puente del canal que comunica esta laguna con la Bahía de Trujillo. En la carretera es frecuente encontrar camiones de las empresas bananeras que van o vienen del puerto bananero de Castilla. Finalmente el bus se estaciona en una calle ancha, cerca de donde hay que tomarlo a la vuelta. Puerto Castilla se puede recorrer en una hora. Las calles son todas de tierra, algunas cuentan con arbolado que protege del sol inclemente. Ciertas casas lucen lindas flores que embellecen el lugar. En Puerto Castilla podemos encontrar un viejo monumento, mas bien descuidado, que conmenora la llegada de Colom a estas costas. Dicen que el nombre de Honduras se lo puso a estas costas esa primera expedición de 1502, en referencia a sus aguas profundas. Antes, los que siempre había vivido aquí, las tribus indígenas de la zona, parece que llamaban a este territorio Guaymuras, nombre del que derivó Guaymoreto, que da nombre a la laguna antes citada…

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